| «Hogares de Berro, similares a África» Visita. Observadores internacionales y de la Corte cuestionaron condiciones de reclusión EDUARDO BARRENECHE«Con excepción de que acá no pasan hambre, las condiciones de reclusión de algunos hogares de Berro son similares a las que vi en países africanos», dijo a El País el representante de la Organización Mundial contra la Tortura (Omct), Eric Sottas.
Junto con la representante brasileña de los derechos del niño de la Omct, Fernanda Santana y el coordinador del Comité de los Derechos del Niño en Uruguay, Luis Pedernera, Sottas recorrió el miércoles 1 y el jueves 2 los hogares SER, Ariel, Puertas y el centro para adolescentes femeninas. Al finalizar la visita, el suizo dijo: «en algunos centros las condiciones de reclusión son malas. En el SER vi chicos que parecían zombies de tomar tanta medicación para dormir».
Advirtió la existencia de distintas condiciones de reclusión en los centros del Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente (Sirpa). «No todos los hogares son iguales. He visitado el centro de reclusión de chicas. Estas tienen mejores condiciones de alojamiento que los chicos. Entonces no se puede decir que todo es igual en el Sirpa. Hay casos gravísimos, graves y buenos», señaló.
El activista suizo dijo que, además de la medicación para dormir que detectó en algunos de los centros, otros problemas de la Berro son el hacinamiento, encierros en celdas que duran 20 horas por día, la falta de personal y escasos talleres de formación de adolescentes.
Sottas dijo: «el problema educativo se repite en todos los centros. Los internos tienen distintos niveles pese a tener la misma edad: algunos apenas saben escribir sus nombres y otros están cerca del bachillerato. Como los maestros dan unas horas de clase por semana, tienen que atender a un chico casi analfabeto junto con otro que está cerca el bachillerato. Con una privación de libertad que no puede pasar de 5 años, es imposible que los internos tengan una formación sistemática que les permita luego ingresar a un centro de formación».
El observador internacional también constató hogares en mal estado edilicio y la escasa concurrencia de los abogados defensores a hablar con sus defendidos alojados en Berro.
«Algunos abogados no van y otros tratan de ir. De todos modos no es sistemático y no es suficiente», señaló Sottas.
Esta es la cuarta visita que realiza Sottas a los hogares de la Colonia Berro. La primera vez ocurrió en el 2003. Expresidente de la Organización Mundial contra la Tortura (Omct), Sottas recorre los centros de reclusión de países para evaluar si violan o no convenios internacionales de derechos humanos.
«En las distintas ocasiones que llegué a Uruguay vi con preocupación que aquí se hacen grandes proyectos de reformas del sistema de minoridad; vino el del padre Mateo, después llegó otro proyecto distinto (Carlos Uriarte) y ahora el del Sirpa. Cada vez se habla de manera muy general con cambios que van a ser de fondo. Pero en la realidad la situación ha cambiado muy poco», advirtió.
Pedernera, quien recorrió la Colonia Berro con Sottas y Fernanda Santana, calificó de «muy duras» las condiciones de reclusión del Hogar SER. «En el Sirpa se está construyendo hogares con la misma lógica que el SER: más privación de libertad. En la Colonia Berro hay tanto campo y se ven tantos adolescentes sin hacer nada».
Pedernera dijo que, en la visita, internos señalaron que recibieron golpizas por parte de los funcionarios del Sirpa y se quejaron de malos tratos de policías durante las detenciones o en traslados de los hogares a juzgados o viceversa.
Creada en 1985, la Organización Mundial Contra la Tortura (Omct) constituye actualmente la principal coalición internacional de organizaciones no gubernamentales (ONG) que luchan contra la tortura, las ejecuciones, las desapariciones forzadas y cualquier otro tratamiento cruel o degradante.
AISLAMIENTO. Un comité de observadores de la Suprema Corte de Justicia realizaron una recorrida en abril de este año en los hogares SER, Piedras y en el centro de atención de la Colonia Berro. También cuestionaron las condiciones de reclusión de los hogares.
La comitiva fue encabezada por el funcionario judicial, Sergio Miglioratta, quien fue director de los hogares del INAU entre 1995 y 2005.
Miglioratta, quien en junio de este año realizó un informe verbal sobre esa recorrida en la Berro a la Suprema Corte, al directorio del INAU y a la dirección del Sirpa, cuestionó que el Hogar SER carezca de baños y criticó la sobrepoblación existente en varios centros por el incremento de las medidas de seguridad.
No es la primera vez que Miglioratta es mandatado por la Corte para inspeccionar los hogares del INAU con el propósito de conocer las condiciones de reclusión de los adolescentes remitidos por la Justicia de Menores.
El 3 de noviembre de 2011, Miglioratta informó por escrito a la Corte: «en términos generales este Comité está en condiciones de afirmar que las condiciones en que se encuentran los adolescentes, en estos dos establecimientos (Piedras y SER), no son las adecuadas para la obtención de la finalidad de la sanción que establece la Constitución de la República y el Código de la Niñez».
El presidente del Sirpa, Rubén Villaverde dijo a El País que era «consciente» de la necesidad de instrumentar «cambios urgentes» al sistema de privación de libertad de menores.
«En breve ingresarán 300 funcionarios a los hogares. Ese es el primer paso para cambiar prácticas de trabajo en esos establecimientos», dijo.
El directorio del Sirpa realizará un segundo llamado para 100 técnicos (psicólogos y abogados). Además solicitará al gobierno que le habilite un sistema de emergencia para construir, ya que el régimen de licitaciones «traba» y «enlentece» las reformas edilicias urgentes que necesitan los hogares.
Villaverde dijo que se instalarán tres contenedores para alojar menores por «un plazo breve» para construir los baños del Nivel 3 del SER. «Estos contenedores son diferentes a otros que fueron prohibidos por la Justicia», explicó.
En este momento, hay 440 menores alojados en 320 plazas de la Colonia Berro y Montevideo, según Villaverde. «No paran de ingresar menores al sistema», explicó. |