140714 – Anong y Audec: CONSIDERACIONES DEL COLECTIVO ORGANIZACIONES SOCIALES SOBRE EL NUEVO PERFIL CENTROS JUVENILES DEFINIDO POR INAU


Montevideo, 14 de Julio de 2014

CONSIDERACIONES DEL COLECTIVO ORGANIZACIONES SOCIALES SOBRE EL NUEVO PERFIL CENTROS JUVENILES DEFINIDO POR INAU

Las organizaciones nucleadas en la ANONG y la AUDEC junto a Asociaciones Civiles apoyadas por el Colectivo Infancia, muchas de ellas gestionantes de distintas modalidades de Centros Juveniles en convenio con INAU, hemos analizado las informaciones recibidas sobre el nuevo perfil en documentos y en la reunión realizada el 3 de julio y deseamos al respecto, hacerles llegar nuestras consideraciones:

 1- Desde mediados del año 2010 y hasta fines del año 2012, representantes de nuestras organizaciones participaron activamente en los distintos ámbitos de diálogo e intercambio dispuestos por INAU para la construcción de un nuevo perfil de centros juveniles. En los primeros 2 años (2010 y 2011) en un espacio en el marco de la División Convenios de dicho organismo en el que se avanzó en acuerdos en relación a objetivos de proyecto, perfiles de población y metodología de trabajo.

A inicios del año 2012, el INAU realiza a las organizaciones de la sociedad civil, una nueva propuesta, que no contempla los acuerdos alcanzados durante el trabajo conjunto de los 2 años anteriores, por lo que se abre un nuevo proceso de diálogo e intercambio que se desarrolla en el transcurso de dicho año.

El mismo concluye en febrero del año 2013, en el que el Directorio del INAU en nota fechada el 21 de febrero de 2013, comunica la aprobación del nuevo perfil de gestión.

Analizada la misma, las organizaciones nucleadas en el Colectivo de Infancia (de manera directa ANONG y AUDEC) presentan una nota al INAU (fechada el 27 de febrero de 2013) en la que expresan su desacuerdo con el nuevo perfil propuesto, lamentan no haber recibido fundamentación a la negativa de INAU a incorporar las modificaciones propuestas por las organizaciones y declinan de participar activamente en la implementación de estos cambios, reconociendo de todos modos, la absoluta legitimidad de INAU para tomar las decisiones que más estime conveniente.

2- Desde el 27 de febrero de 2013, hasta el 9 de junio del 2014, las organizaciones no hemos recibido nueva información acerca de este proceso.

Frente a la actual invitación a formar parte de un Proyecto Experimental para la participación en el nuevo modelo de Centro Juvenil propuesto, nos hemos reunido y analizado en detalle la documentación enviada por INAU, que motivan estas consideraciones

3- Estamos convencidos que nuestro país necesita avanzar en un sistema nacional de promoción y protección de derechos de niños, niñas y adolescentes, basado en la interinstitucionalidad, la territorialidad, la circulación social y orientado a promover, lo más intencionadamente posible, procesos de integración social.

Para ello es imprescindible, entre otras cosas, innovar en diseños de programas, servicios y dispositivos, con las capacidades para generar procesos promocionales en los y las adolescentes a la vez que atender aquellas situaciones de especial vulnerabilidad que aún persisten en nuestra sociedad. Desde el paradigma de la Protección Integral, esto supone combinar promoción y protección en un mismo servicio.

Programas que se orienten activamente a promover procesos activos de integración social, deben tener como uno de sus requisitos fundamentales, un diseño que provoque la integración de personas con trayectorias sociales diversas, habida cuenta de que la integración social no es un fenómeno natural y que los profundos procesos de segregación residencial poblacional, obturan de manera intergeneracional la posibilidad de convivencia y aprendizaje de lo diverso.

Si hace 30 años nuestro país encontraba en los centros educativos parte de esta posibilidad de socialización para niños, niñas y adolescentes, las nuevas políticas y sus programas sociales, deben orientarse de manera decidida a quebrar el movimiento de exclusión social consecuencia de la profunda segmentación residencial presente en la mayor parte de las ciudades de nuestro país.

Hacerlo requiere diseñar programas y servicios de participación para niños y adolescentes en los que tanto su ubicación geográfica como los requisitos de acceso a los mismos atiendan de manera intencionada la coexistencia de perfiles diversos.

En este marco, los centros juveniles, como espacios de promoción personal, socialización y desarrollo de adolescentes, deben ser servicios sociales claves de la política pública que ofrezcan las garantías de inclusión y acceso de la población más vulnerabilizada así como el derecho a participar de poblaciones en situaciones de mayor integración social.

4- Entendemos que el nuevo perfil propuesto para Centros Juveniles por el INAU, no se enmarca en la concepción anteriormente planteada.

El alejamiento lo vemos fundamentalmente en dos de sus orientaciones: una hiperfocalización excluyentey los criterios de evaluación.

Lo que denominamos hiperfocalización excluyente se refiere al establecimiento para la totalidad de la población participante de presencia de indicadores de vulnerabilidad social. De manera alternativa las organizaciones planteamos un modelo que garantizara la atención de los perfiles sociales más complejos junto con otras trayectorias sociales de menor exclusión social, a través de fijar porcentajes de perfiles de población diferenciados en el cupo a atender.

Consideramos que el perfil planteado por INAU se aleja de la concepción promocional/protectora y deja por ese mismo diseño planteado, comprometidas las posibilidades de procesos exitosos aún para las situaciones más críticas, que son las que más precisan participar de procesos con pares que se encuentren en distintas situaciones sociales.

Asimismo, el plazo admitido de permanencia de los y las jóvenes en las propuestas, de 2 años máximo, consideramos va en la misma dirección de la «hiperfocalización» y de la participación en un proyecto «especializado», en el que, una vez superada la situación de vulnerabilidad de punto de partida, no tendría más sentido la permanencia del ó la jóven en la propuesta.

Desde nuestra perspectiva, los centros juveniles como programas que combinan protección y promoción, deben ser espacios de participación y socialización de los adolescentes, durante el transcurso de su adolescencia y toda vez que exista la motivación de ellos (y las condiciones desde el centro) para que sigan participando. Dicho de otro modo, no compartimos el planteo de un tiempo máximo admitido de participación ligado exclusivamente a la superación de dificultades.

 

En relación a los criterios de evaluación planteados, la concepción que prima en el nuevo perfil, apunta de manera exclusiva a una evaluación de la trayectoria individual de cada adolescente dejando por fuera la evaluación de la gestión del servicio.

La trayectoria vital del ó la adolescente participante de un centro juvenil resulta un indicador muy relevante. Sin embargo, los procesos de socialización e inserción social de las personas son excesivamente complejos y sus resultados son consecuencias de múltiples efectos y actores (la familia, los afectos, el mercado laboral, el sistema educativo, los pares, la religión, etc, etc.).

Por lo tanto, el imprescindible sistema de evaluación que el INAU debe implementar de los servicios y programas que dirige debe necesariamente combinar la atención a las trayectorias individuales de los y las jóvenes con la gestión e implementación del proyecto por parte de la organización: sus metas, sus métodos de trabajo, la formulación del proyecto, las acciones que se implementaron entre otros.

Al respecto las organizaciones oportunamente realizamos un planteo que contemplaba esta orientación incluyendo penalidades y promociones asociados a indicadores de gestión.

El dispositivo de evaluación que prevée efectos regresivos sobre la transferencia económica asociados a los resultados en las trayectorias vitales de los y las adolescentes, comprometene seriamente las posibilidades de una gestión basada en una estabilidad mínima de un equipo técnico estable, que asegure justamente la gestión del proyecto y la consecución de aquellos mismos resultados que se persiguen.

5- Por lo expuesto las organizaciones nucleadas en ANONG y AUDEC junto a Cooperativas y Asociaciones Civiles que gestionan Centros Juveniles, no estamos en condiciones de acompañar el nuevo perfil de Centros Juveniles propuesto, en virtud de que el mismo no se orienta en la dirección de los cambios que las políticas de promoción y protección de derechos requieren. Solicitamos a las autoridades del INAU que se suspenda la aplicación del nuevo perfil en las fechas establecidas y que se genere un espacio de diálogo donde se trabajen las diferencias más importantes.

6- Reafirmamos de esta manera nuestra voluntad de diálogo y la más amplia disposición para reanudar el trabajo conjunto, centrando el mismo en: a) criterios de focalización, b) criterios de evaluación, c) efectos sobre el pago.

7- Mantenemos la firme convicción de que la sustentabilidad de las políticas públicas requieren diálogo, acuerdos, motivación y participación de todas las partes involucradas y en tal sentido, expresamos nuestra más amplia disponibilidad para integrarnos a un ámbito de trabajo que asegure, la formulación de una nueva política que cuente con la legitimidad y sustentabilidad imprescindible para su adecuada implementación.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.