1er Encuentro Nacional de Organizaciones
Programa SOCAT – 29 noviembre de 2013
Pensando desde la Diversidad, aportes y desafíos desde la Sociedad Civil Organizada a las Políticas Públicas.
Reflexiones de Vida y Educación
Aceptamos la invitación a reflexionar colectivamente, partiendo de la diversidad de OSC que cumplimos con la implementación del programa SOCAT en el Uruguay de hoy, concientes que lo hacemos en un contexto institucional, político, social y económico que ha venido cambiando rápidamente, este contexto “líquido” al decir de Bauman, dinámico, cambiante y lleno de incertidumbres.
El diálogo e intercambio a desarrollar colectivamente refiere necesariamente a la realidad presente del programa Socat, a cómo lo estamos viviendo los equipos técnicos y las OSC, ante un MIDES que ha pautado y definido las condiciones y lineamientos actuales en forma unilateral, pero sobretodo, como lo dice la convocatoria, para pensar y proponer constructivamente aportes y desafíos a las Políticas Públicas, para defender un espacio de participación real de las OSC que integramos.
1) Hace años identificamos la tendencia de que la gestión de las políticas sociales, se haría cada vez más desde el Estado, con personal propio, dejando de lado a la contratación de las OSC. Si bien esos cambios se vienen dando en forma lenta, esto nos plantea interrogantes estratégicas, si esto continúa ¿cuál será la posibilidad de conveniar con el Estado en los próximos años? ¿En qué condiciones?
2) Hay una cierta cultura y práctica institucional ya instalada en el Mides sobre diseño y gestión de los programas sociales, en particular el programa SOCAT, en convenio con las OSC, que da muestra de tendencias verticalistas y autoritarias. Plantea la pregunta sobre qué tipo de Estado estamos construyendo.
3) En los últimos años, se constata el surgimiento de nuevos programas sociales que focalizan y funcionan por separado para atender situaciones o poblaciones específicas. Las dificultades de articulación a nivel de mandos medios sectoriales (la famosa ‘S’ del modelo de gestión que adoptó Infamilia), la excesiva parcelización y dispersión de energías en las intervenciones, parecen indicar que existen muchas dificultades para elaborar una matriz de diseño consensuada y una visión integral que respalde las políticas sociales. (La ‘matriz de diseño’ en el sentido de cómo concebimos institucionalmente al ser humano y a la sociedad; ‘visión integral’ como la capacidad de concebir y articular en forma globalizada y coherente.)
4) Todos los técnicos de los equipos Socat vivimos en una precaridad laboral (así lo define la OIT al estar supeditado a renovaciones periódicas), con un nivel salarial (por tareas similares) que no está entre los más atractivos, lo cual incentiva una mayor rotación de sus integrantes.
5) Hay varias áreas dónde se han visto mejorías de los servicios y respuestas para los usuarios de nuestros programas y la población en general. Hay otras áreas donde no se visualizan cambios sustantivos. ¿Cómo nos paramos como institución? ¿Dejamos fluir, confiando que los servicios llegarán algún día? ¿Qué le decimos a la gente? ¿Qué respaldo le da la OSC a sus trabajadores que están en contacto con la población demandante?
6) El SOCAT: En el 2004 surgió el programa SOCAF como un instrumento de políticas públicas promovido desde INFAMILIA para reunir voluntades y prácticas dispersas en torno al tema infancia y familia. La continuidad de un programa como INFAMILIA luego del cambio de gobierno en el 2005, desplazó un eje rector inicial como era la ‘familia’ a lo que fue el eje ‘territorio’. La falta de conocimiento y experiencia en la gestión de las políticas sociales puede explicar la sustitución de un eje por otro a otro como si fueran contradictorios. Con el transcurso del tiempo, se ha corroborado que los conceptos ‘territorio’ y ‘familia’ conforman un binomio fundamental e insustituible de un diseño de políticas sociales que buscan inspirarse en una filosofía de los derechos humanos. El eje ‘familia’ se reinstala primero como un eje transversal en los diseños de los Planes Territoriales de los equipos Socat y últimamente está bien presente en los diseños y enfoques de los diversos programas.
7) A solicitud del MIDES contactamos a niños y adolescentes que fueron dados de baja de AFAM por inasistencia a centros educativos. La falta de claridad en el ‘para que’ de la intervención provocó dudas en el equipo Socat, y nos ha llevado a reflexionar sobre la finalidad de esta intervención, nuestro rol y las condiciones de trabajo en la que nos encontramos. Compartimos en su momento estas reflexiones con la Intersocat. Al no existir cupos ni propuestas educativas a ofrecer a los que abandonaron (salvo a los escolares) nos preguntamos para qué los visitamos o llamamos, y qué le estamos ofreciendo en concreto. No podemos ignorar ni ocultar las causas que provocaron el abandono. ¿No representa esto, una manera de mostrar a la opinión pública que se está castigando a los que no cumplen las ‘contraprestaciones’? ¿Nos corresponde a nosotros hacer esta tarea de control? ¿Qué responder a una madre que dice: ‘a ese lugar no lo mando más’, cuestionando el centro educativo? ¿No estamos cerrando posibilidades para escuchar y leer las demandas que están implícitas en este fenómeno del abandono escolar y la resistencia a concurrir al sistema ‘formal’? ¿Qué es un enfoque de derecho en este caso?
8) Ya hemos aportado nuestras reflexiones sobre el tema educativo, y en el Plan Territorial apoyamos hablar de “derecho a la educación” y no “continuidad educativa”. Nos parece fundamental para el desarrollo de niños y adolescentes, que puedan concurrir a aprender y se formen en centros de estudios (ya sean ‘formales’ o los mal llamados ‘informales’) como personas, ciudadanos y vecinos con valores de convivencia y vida comunitaria. Consideramos fundamental para una práctica de formación saludable que los jóvenes puedan elegir dentro de propuestas que más le gusten, motiven, y de esta manera realizarse como individuos saludables, lo que suma a su calidad de vida. Es decir, la posibilidad de elegir es tomar decisiones que hacen al camino que cada uno construye para sí mismo pero para eso se requiere que hayan propuestas educativas en el territorio. Reconocemos que las respuestas institucionales para asegurar la ‘reinserción’ educativa la tienen los propios dispositivos educativos, generando las condiciones internas apropiadas para ello y que nos corresponde acompañar y contribuir, pero respetando esa centralidad.
9) Parece primar una dinámica de intervenciones en territorio donde el énfasis está puesto en algunos dispositivos y prestaciones (Tarjeta, AFAM, Nuevos Programas), y una avidez por resultados cuantitativos. Sentimos que se estrechan los márgenes para rescatar aspectos que tienen que ver con el vínculo con las familias que en varios ítems (educación, vivienda, salud mental, situaciones de violencia, trabajo), siguen estando en los mismos niveles de vulnerabilidad históricos.
10) El Estado tiene la responsabilidad de diseñar e implementar políticas sociales, de garantizar derechos a todos los ciudadanos y particularmente a los individuos más vulnerables y desprovistos de recursos sustanciales para su supervivencia y su vida en sociedad. Pero ¿cómo lo hace? ¿Quién y cómo define las carencias, las prestaciones y contrapartes, los dispositivos correspondientes, la mejor política de intervención?¿Quién y cómo implementa y evalúa? Cuándo una familia percibe un beneficio y el Estado define suspenderlo ¿Por qué la familia no tiene acceso a las causas que motivaron la decisión?
11) ¿Quiénes somos nosotros? ¿Cómo nos paramos, cómo construimos, desde cada equipo técnico de cada OSC, la intervención social concreta con el ‘otro’, el destinatario de las políticas sociales, ese que llamamos ‘excluido’, ‘marginal’, ‘vulnerado’? ¿Qué somos, cómo nos definen y cómo nos definimos: técnicos, educadores, profesionales, acompañantes, guías, tutores, referentes? ¿Cómo cuidamos nuestro equipo del desgaste y frustraciones?
12) ¿Quiénes son los ‘excluidos’, ‘los vulnerables’? ¿Excluidos de qué, de dónde, por quién? ¿Quién es que define esa categoría y desde qué lugar clasifica, categoriza, etiqueta? ¿La exclusión es un situación espontánea y aislada o un proceso que se construye en el tiempo en la conjugación de factores muy diversos? Los ‘excluidos’ ¿quieren ser incluidos? ¿Dónde se ubica la responsabilidad por la situación generada: en el individuo mismo, en la familia, en la sociedad, en el Estado, en el mercado? ¿Las políticas sociales responden efectivamente a las demandas, concientes o implícitas, que hacen o presentan los ‘excluidos, o sus necesidades son definidas por otros que interpretan y diseñan respuestas desde su propio lugar, ideas e intereses? ¿Los ‘excluidos’ pueden reclamar, demostrar su desacuerdo? ¿Y si el ‘excluido’ no tiene conciencia de su necesidad o derecho, cómo puede reclamar lo que no conoce o no le interesa? ¿El ‘excluido’ se asume como tal? Si reclama ¿desde cuál identidad reclama? ¿La suya, o toma prestada la que le dicen que es suya? “Ud tiene derecho a una vivienda digna” ¿Y si va a reclamar y no hay respuestas a sus reclamos, no se está reafirmando la situación de exclusión, desde los propios dispositivos de políticas sociales?
13) El dispositivo social apuesta a que los ‘excluidos’ pueden construir un buen relato sobre si mismos ¿Cuál es el vínculo del operador social, frente al manejo de la información, en relación al ‘excluido’? ¿Por qué se debe indagar y registrar información sobre toda su vida, incluyendo aspectos íntimos o muy personales? ¿Cómo juega nuestra intermediación? ¿Cómo juega la DINEM en MIDES en relación a la definición de la situación de cada individuo? ¿No estamos yendo cada vez más a un supercerebro informático centralizado que tendría la capacidad de conocer y decidir en forma más ‘objetiva’ e inapelable?
14) En todas nuestras prácticas como equipo SOCAT hay un trasfondo relacional, un diálogo con el otro que da lugar a construcciones interpersonales. No tenemos un protocolo de intervención social como programa, salvo el que nos brinde nuestra OSC. ¿Cómo identifico a ese ‘otro’ que llega con una demanda, qué lugar le doy en mi concepción de la sociedad y de la vida? El equipo considera pertinente intervenir desde una posición dialógica con el otro, en la cual tengamos como objetivo principal poder generar participación del otro en su contexto social, apelando a su capacidad potencial de una mayor conciencia de su situación y posibilidades.
Hasta aquí algunas reflexiones, que esperamos sean tomadas como eso, reflexiones en voz alta de un equipo que se siente comprometido con su tarea y que comparte sus inquietudes y preguntas, procurando que el esclarecimiento de estos temas sea un trabajo colectivo, donde todos estemos involucrados y participando con conciencia, responsabilidad y alegría, aprendiendo juntos, incluso de los errores que cometemos en la puesta en práctica de las políticas sociales.
Equipo SOCAT Vida y Educación
Barros Blancos, noviembre 2013
muy buenos señalamientos a la realidad que estan viviendo con la comunidad.
aclara muchas cosas que como ciudadana de a pie, siento que estan sucediendo en varios lugares.
me gustaria que estas reflexiones fueran dadas a conocer a las autoridades pertinentes del estado.
gracias por compartir las inquietudes y dar respuestas en las preguntas que se hacen, a una realidad muy lejos de verla solucionada.